Si bien ya es exitosa la utilización de los Sistemas de Administración de Transporte (TMS por sus siglas: Transportation Management System), muchas organizaciones no logran detectar por qué son relevantes. Comprender este aspecto puede ayudarte a explotar este instrumento a favor de la organización.
Una de las lecciones de la enfermedad pandémica fueron los cambios tan bruscos para varias industrias, la automotriz, por ejemplo, bajó mucho su producción y demanda, en lo que la del retail incrementó y entró al esquema del e-commerce. La visibilidad, flexibilidad y control son 3 keywords que avivan a recalcar el valor de un TMS.
Los TMS ayudan a las organizaciones a planificar diversos procesos, comerciar mejor con los transportistas y de esta forma evadir errores y reducir los precios, en especial los involucrados a las cadenas de abastecimiento y el transporte, los cuales rigen muchas elecciones en términos de diseño logístico.
El TMS te posibilita ser más eficiente en la utilización de tus activos. A medida que mejores en tu planificación, mejor servicio provees a tus consumidores. Tener un servicio malo es caro para tu organización y el TMS te ayuda a mejorar la eficiencia.
Anteriormente dichos sistemas eran un lujo que únicamente las organizaciones más grandes podían disfrutar, en la actualidad existe una oferta de TMS más vasta y varios están disponibles para cualquier organización, incluyendo a las pequeñas que requieren únicamente mejorar su proceso de planificación.
Actualmente los TMS cuentan con los instrumentos para saciar cualquier red logística que tengas. Previamente un sistema te ayudaba para ir de un espacio a otro, hoy ayuda a resolver situaciones complicadas, por ejemplo: una compañía puede tener que recibir decenas o cientos de camiones por día y la compleja comunicacion con los choferes se resulve con pocos clicks y lo más importante, es escalable.
Los resultados positivos de tener un TMS en la Nube
Anteriormente los TMS eran instalciónes fisicas y el individuo que tuviera instalada la licencia era quien controlaba el programa. Para actualizarlo había que estar al tanto de una nueva versión y aguardar a que alguien la instalara. Los sistemas recientes tienen la posibilidad de estar en la nube, en donde se actualiza automáticamente, no hay una limitante de ancho de banda ni de usuarios y no hay dependencia de los servidores que tenga la compañía.
Al estar en cloud, puede cargar toda clase de datos, extraerlos y ligarlos con otros aplicativos, herramientas y documentación, por ejemplo, puede conectarse con los sistemas de gestión de directivas o de almacenes (WMS, por las siglas en inglés de warehouse management system), con mapas de geolocalización y para reportar al Servicio de Gestión Tributaria (SAT) o a las aduanas para cruces fronterizos.
También se puede ofrecer seguimiento a cada una de las unidades para conocer su localización y ligar el TMS a mapas y sensores. Por ejemplo, las organizaciones que manejan congelados o refrigerados, tienen la posibilidad de ver en su TMS si su caja está rompiendo la cadena de gélido, qué rapidez lleva, o si el camino que está siguiendo por el momento no es el adecuado
En pocas palabras, tener un sistema de gestión de transporte en la nube posibilita a las organizaciones contestar a las exigencias de la globalización, de operación de negocio mundial y nacional, y consumar las solicitudes de los consumidores.
Hoy los TMS más robustos unen todo aquello, fueron extendiendo su funcionalidad. En una misma herramienta puedes tener ruteo primario, secundario, administración de la flota propia y la tercerizada.
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